El mes pasado fue de muchos cambios, andar corriendo, e incluso, ansiedades que me hicieron más difícil quedarme dormida. Fue otro cerrar y abrir ciclos bastante intenso.
Empezando por terminar un ciclo laboral que me permitió llevar a cabo algo que necesitaba hacer hace mucho tiempo: un viaje, aunque fuese corto.
Casi de manera inmediata, comencé otro ciclo laboral muy diferente al anterior, ya lo había vislumbrado poniendo todo de mi parte para que sucediera, y por fortuna, se dio.
Fue organizar mis actividades para que me diera tiempo de todo, o al menos relativamente, entre el nuevo trabajo, seguir con proyectos independientes remunerados, he dejado de lado los que hacía por gusto.
Poco a poco, iré buscando esos espacios ya que me complementan en lo que soy y me apasiona, son ese tipo de cosas que ponen sabor a la vida.
Faltan andanzas, reseñas, historias por contar, sólo hay que encontrar el tiempo para llevarlas a cabo y plasmarlos. Me he propuesto seriamente hacerlo.