domingo, 30 de diciembre de 2018

La Luna de Yule...

La humanidad está recibiendo otro ciclo de oscuridad más, fue antecedido por fuertes frentes fríos, llegó el solsticio de invierno, anunciado por una majestuosa Luna llena, la última de diciembre, la guardiana nocturna se engalanó en su mejor traje plateado para despedir el mes, nos regaló una lluvia de estrellas, las úrsidas, específicamente, al venir de la constelación Osa Menor (Ursa Minor, en latín). De esta manera está por culminar el año 2018.





Para mí ha terminado de forma distinta a otros, me deja un buen sabor. Luego de recibir inspiración de algunas musas y de otros seres más palpables pero igual de platónicos y de paso efímero, llegó por fin un amor que se perfila real y mucho más concreto.

Un lobo con alma de gato, o tal vez, sea al revés, pero definitivamente, tiene ambas naturalezas en su ser, era lo justo, los seres de esencia nocturna deben encontrarse y permanecer juntos. Espero el destino nos lleve lejos y estemos por mucho tiempo, el que deba ser.

Mi querido Gati-Lobo, de aquí a donde nos lleve la vida y espero coincidamos en otras.




  

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