Ese es el constante ir y venir humano, aunque desde pequeños nos bombardean constantemente con la elección de determinado rumbo o nosotros mismos nos vamos sintiendo atraídos por uno u otro.
En un principio, como a la tierna edad de seis años quería estudiar medicina, me compraban juegos relacionados con el tema, aunque también, ya me daba por imaginar y crear historias, las que después protagonizaban mis muñecas, a partir de ahí me fui dando cuenta que por lo general los trabajos que desempeñaban eran: doctora, escritora, arqueóloga, fotógrafa y maestra.
Múltiples mudanzas a otros estados de la República, diversas vivencias que fui teniendo, cambiaron mi opción inicial, que era medicina, de igual manera se fueron diversificando mis intereses, por lo cual, una vez finiquitando la preparatoria, elegí la carrera de Relaciones Económicas Internacionales. Me fui con la idea de idiomas, otras culturas, viajes, muchos viajes sobre todo.
Salir al mercado laboral me confrontó con la realidad y me hizo preguntarme: ¿en verdad me satisface trabajar en una transnacional? Realmente, ¿quiero tener que ver con exportaciones e importaciones?, ¿deseo estar en una aduana?, ¿tan siquiera en un puerto? Las respuestas poco a poco fueron negativas.
Así fui buscando otras salidas laborales, me agradó haber estado en una agencia de viajes, trabajar en el archivo de una dependencia de gobierno pero siento que ahora en verdad me llegó mi vocación: impartir conocimientos, de alguna forma ser guía en el proceso de aprendizaje de mentes jóvenes resulta muy gratificante. Es una labor en la que nunca se termina de aprender.
Y espero dedicarme a ella lo que me quede de vida, alternando también con mis pasiones: la lectura, la escritura, la fotografía y los idiomas.
Para mí fue un largo camino llegar aquí, tal vez señales hubo pero en su momento no les hice caso pero ya estoy en el, otros tienen la fortuna de hallarlo pronto y disfrutan plenamente de ese atajo que nos van llevando por distintos rumbos, a veces, completamente diferentes a los que siembre vislumbramos.