Mi negro pasado
¿Qué tantos secretos abundarán en nuestras respectivas historias familiares?
Investigar nuestro árbol genealógico. Esa tarea que la mayoría de nosotros tenemos pendiente, una misión ardua que de ser cumplida, contestaria una buena parte de nuestras dudas existenciales, además de ser sumamente terapéutico.
Eso ocurre con María, a quién le era ajeno todo ese bagaje de sabiduría ancestral y traumas con las que su línea familiar fue cargando de generación en generación, justo con ella se abrirá en arcón de los recuerdos, al juntársele tres sucesos que la sacudirán: el nacimiento de su hijo, el abandono de su marido y la muerte de su madre.
Es en el último evento donde reaparece una figura importante, su abuela Lucía, quién la instruirá en el arte culinario, le compartirá sus conocimientos herbolarios y la distraerá con el uso de la aguja y el estambre. Juntas recordarán y descubrirán historias familiares de amor, desamor, miedos, rebeldía, represión y recetas de cocina. El tiempo compartido con la abuela Lucía cambiará a María para siempre, otorgándole el valor y coraje para tomar decisiones definitivas.
Un reencuentro con sus raíces que la ayudará a reconciliarse con su presente para avanzar con una confianza renovada en sí misma.
Esta obra nos otorga una gran novedad: acompañamiento musical en cada capítulo al alcance de escanear un QR, una prueba más de que lo tradicional y lo nuevo se unen para otorgarnos momentos mágicos que atesoraremos por mucho tiempo. El desenlace perfecto de la secuela Como agua para chocolate de Laura Esquivel.
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