El origen es la leyenda del gigante Josef Sardu, su familia se va a la profundidad de los bosques que rodean a la aldea para cazar lobos con la esperanza de acabar con la rara enfermedad que aquejaba al linaje Sardu que producía gigantismo pero todos fueron asesinados excepto él, se decía que "algo" misterioso y tenebroso lo había curado pero lo convirtió en ser oscuro que pretende extender esa oscuridad en todo el mundo.
Ya en la actualidad, el vuelo 753 procedente de Berlín aterriza en el Aeropuerto John F. Kennedy en la ciudad de Nueva York, en la torre de control se percatan de que algo no anda bien, se pierde total contacto con ese avión, las luces están apagadas, aparentemente todos los pasajeros y tripulación incluídas están muertos pero solo es cuestión de minutos para que un extraño virus se extienda rápidamente, cuyo raro síntoma es provocar sed mucha sed... de sangre para ser exactos.
La epidemia se propaga a gran velocidad, un pequeño grupo de héroes humanos luchará contra estas criaturas: Dr. Ephraim Goodwather; epidémiologo del Centro de Control de Enfermedades, Nora Martínez; compañera del Dr. Ephraim del CDC, Agustín Elizalde; miembro de la pandilla de los "Sultanes Latinos", Vasily Fet; exterminador de plagas y Abraham Setrakian; ex profesor, prestamista sobreviviente al Holocausto de la Segunda Guerra Mundial y que ha tenido enfrentamientos con Jusef Sardu, "el Amo", uno de los siete viejos vampiros principales.
Lectura atrapante y por momentos angustiante, interesante la manera de tratar al vampirismo: como una enfermedad parasitaria, nada que ver con la imagen elegante, bella e hipnotizante que le han dado muchos autores, obra de Guillermo del Toro (creador del Laberinto del Fauno) y Chuck Hogan.
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