Luego de dos horas y media de trayecto, entre llegar al metro Rosario, transbordar en Deportivo 18 de Marzo a la Línea 3, salir de la estación Coyoacán, caminar un tramo hasta Av. México Coyoacán, por fin llegué a mi destino:
Cineteca Nacional, lugar encargado de restaurar, preservar, clasificar y difundir nuestro patrimonio fílmico, cuenta con 10 salas de proyección, un Foro al aire libre donde las funciones no tienen costo, una Galería de exposiciones temporales, un laboratorio de restauración digital, un Centro de Documentación, una videoteca digital, la Plaza del Cubo; desde luego, las infaltables dulcerías y cafeterías.
De
entrada se observan paneles en el techo que conectan todas las instalaciones y
ofrecen iluminación natural durante el día, cuenta con áreas verdes que invitan
al descanso y esparcimiento mientras se espera a que empiece alguna función, en
cuanto a exposiciones temporales en la Galería, estuvo dedicada a la
filmografía del director mexicano Gabriel Retes (Bienvenido/Welcome, El bulto, Un dulce olor a muerte, Bandera rota, Flores de papel, entre sus filmes
más importantes).
La película que se encontraba más próxima a comenzar se titula Nocturno,
del director mexicano Luis Ayhllón, cuya temática se centra en la misteriosa
enfermera Ana (Irela de Villers) es contratada para cuidar a un enfermo terminal, Oliverio (Juan
Carlos Colombo), como contexto, en la
ciudad se desata una ola de desapariciones de niñas que también se encuentran
desahuciadas, conforme se desarrolla la trama, se va revelando al espectador el
oscuro pasado que unía a los personajes principales, quienes se enfrentarán a
la culpa y expiación, quizá a la venganza. El ambiente que rodeó a la trama fue
perfecto: oscuro, decadente, con una lluvia nocturna constante que favorecía a
ese halo deprimente que; por lo general, rodea a la muerte, aderezado con los cuentos infantiles con un tinte profundamente macabro narrados por la protagonista durante gran parte de la historia.
En
definitivo, Cineteca Nacional, es de esos lugares que conjuntan cultura, entretenimiento y relax, por lo tanto, invitan a quedarse y por supuesto a
repetir la visita.