En la mira lo tenía desde hace un tiempo atrás, no le atrapé antes para hacerlo más emocionante y porque ya no era el centro de atención de los medios cuando sólo algunos de sus crímenes salieron a la luz. Ahí estaba como si no hubiera pasado nada, con su beatífica faz como si fuese inocente, sin la más mínima idea de lo que le esperaba.
Atraerlo a mis fauces fue sumamente fácil, sólo hay que conocer las perversiones más secretas y emplearlas en su contra. Los seres como él son mortalmente predecibles, quizá por eso ya me aburría todo este proceso, quizá por lo mismo no lo atormenté ni lo torturé, honestamente no me sentía con ánimos así ha sido últimamente.
Ni sus ojos desorbitados, ni su expresión asustada, ni sus súplicas, ni el crujir de sus huesos, ni el grito ahogado al asestar el golpe final, ni el olor de su sangre, lograron despertarme emoción alguna. Me deshice como siempre del cadáver, ni siquiera me alimenté, así han sido las últimas cacerías, ¿qué sentido tenía entonces? Ya me encontraba en el último escaño del desintéres por la existencia inmortal.
Era apremiante que Selene viniera y me ayudara a ponerle fin a esto. No estaba dispuesto a aguantar otra semana más. No puedo ni deseo existir más. Gauthier
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