Solsticio de Invierno...
La Naturaleza duerme, meditemos en esta oscuridad que pareciera perpetua, encontrémonos, tengamos la esperanza de despertar a un nuevo y luminoso ciclo, así como la tierra duerme para emerger a la vida en todo su esplendor.
Prendamos el caldero, el vientre de nuestra diosa, encendamos el incienso con esencia de pino y mirra que se mezclan perfectamenten con el muérdago, el laurel, el cedro, el romero, naranja, limón y canela. El vino ya está condimentado.
Vestidos de blanco y verde, comencemos el ritual:
No sentimos
dolor, aunque el mundo esté envuelto en letargo.
No sentimos dolor, aunque los vientos helados soplen y arrecien
No sentimos dolor; esto también pasará pronto
No sentimos dolor, aunque los vientos helados soplen y arrecien
No sentimos dolor; esto también pasará pronto
Al encender el fuego del caldero, proclamamos:
Prendemos
este fuego en tu honor, Diosa madre,
Has creado vida de la muerte, calor del frío,
El Sol vive una vez más; el tiempo de luz está creciendo
¡Fuego para la fortaleza!
¡Fuego para la vida!
¡Fuego para el amor!
¡Bienvenido Dios del Sol que siempre retornas!
¡Salve Madre de todo!
Has creado vida de la muerte, calor del frío,
El Sol vive una vez más; el tiempo de luz está creciendo
¡Fuego para la fortaleza!
¡Fuego para la vida!
¡Fuego para el amor!
¡Bienvenido Dios del Sol que siempre retornas!
¡Salve Madre de todo!
La rueda del ciclo de la vida continuará girando, empezamos el cántico:
Gira, gira,
gira la rueda
La llama que se había apagado se encendió.
Rueda y rueda, gira y gira
Retorna, retorna, retorna a la vida; gira y gira.
Bienvenida sea la luz del Sol,
Adiós a las disputas
Rueda y rueda, gira y gira
El señor Sol se muere; el señor Sol vive.
Rueda y rueda; gira y gira.
La muerte abre las manos y nuevas vidas da.
Rueda y rueda por donde va.
Gira, gira, gira la rueda
La llama que se había apagado se encendió.
Rueda y rueda; gira y gira…
La llama que se había apagado se encendió.
Rueda y rueda, gira y gira
Retorna, retorna, retorna a la vida; gira y gira.
Bienvenida sea la luz del Sol,
Adiós a las disputas
Rueda y rueda, gira y gira
El señor Sol se muere; el señor Sol vive.
Rueda y rueda; gira y gira.
La muerte abre las manos y nuevas vidas da.
Rueda y rueda por donde va.
Gira, gira, gira la rueda
La llama que se había apagado se encendió.
Rueda y rueda; gira y gira…
Meditamos por las energías ocultas de la Tierra pero siempre latentes, pensemos en el nacimiento no como inicio de la vida sino como su continuidad, démosle la bienvenida al Dios Sol, celebremos su próximo renacimiento:
Gran Dios del Sol, doy la
bienvenida a tu regreso.
Que brilles fuertemente sobre la Diosa;
Que brilles fuertemente sobre la tierra esparciendo semillas y abonando el campo.
¡Todas las bendiciones sobre ti, renacido del sol!
Que brilles fuertemente sobre la Diosa;
Que brilles fuertemente sobre la tierra esparciendo semillas y abonando el campo.
¡Todas las bendiciones sobre ti, renacido del sol!
Feliz y apacible Yule les desea, Miranda MacDowell, la guardiana celta del bosque.
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