martes, 12 de diciembre de 2017

Un cuento para cada día


Con esa colección de cuentos protagonizados por los personajes más famosos de Disney, empezó a formarse mi gusto por la lectura y el desarrollo de mi imaginación para narrar historias. 

Cada libro correspondía a un mes del año, llegaron a mi temprana infancia cuando aún no conocía todas las letras y esa fue mi motivación por aprender a leer lo más pronto posible.

Se me dificultó he de reconocer, muchas veces me ganó la inquietud de salir a jugar al parque cercano pero luego triunfaba la curiosidad por lo que realmente decían aquellos libros cuya narración sólo podía imaginarme de acuerdo a las ilustraciones que lo acompañaban.

Tuve buenas maestras, de ésas que te hacían repetir los trabajos ante la más mínima falta de ortografía y al dudar del significado de una palabra, nos enseñaban a buscarla en el diccionario. Tan pronto como empecé a leer de corrido y escribir la caligrafía más legible, devoré aquellos 12 libros, siguieron otros más, pero estos permanecieron entre mis favoritos por mucho tiempo hasta cuando se los heredé a mi hermana cuando comenzó a aprender también.

Entre las mudanzas y ventas de garage se fueron perdiendo, creo que ahora ya se pueden conseguir en una página que se llama todocoleccion.net 






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