Ayer me sentía mal, como si tuviera resaca, me extrañó puesto que había dormido bien y no había tomado nada de alcohol (ya ni cuando lo hago amanezco así), después de tomarme un té verde con miel que en algo mejoró mi estado y fue cuando me topé con un escrito que en verdad me movió muchas cosas y de nuevo el malestar se apoderó de mí.
El periódico el Gráfico en ocasiones me parece muy amarillista pero debo aceptar que hay buenas notas, en especial confieso mi gusto y admiración por el Diario íntimo de Lulú Petite y la columna El manual para canallas de Roberto G. Castañeda.
De éste último autor, leí una que se titula "Nos están robando hasta el sueño", bastante depresiva, desesperanzadora pero muy en el fondo sabemos que encierra crudas realidades.
Una ligera punzada en la sien me llevó de golpe a 8 años atrás en mi existencia, cuando me daba por escribir cosas de ese estilo, cuando no le veía sentido a nada, cuando precisé de una experiencia casi mística para volver a la vida, cuando definitivamente limpié mis cajones, rompí y quemé lo que fue necesario.
A hora procuro no llevar a cuestas cargas innecesarias ni guardarme cosas que no tendría por qué, aún reservo algo de sutileza cuando es necesaria o cuando y con quién me dé la gana emplearla, la verdad es que no cualquiera la merece, o más bien, no cualquiera se gana las netas tal cual son.
No hay comentarios:
Publicar un comentario