COMPROMISO
Ciudad
de México, Miércoles 29 de Agosto 2012
12:30
am
Al día siguiente del
ritual de Litha, dimos un paseo por un prado cercano a los acantilados de
Moher, el escenario para lo que sucedería a continuación no podía ser más
perfecto.
Toda la noche había
estado dándome vueltas en la cabeza como empezar, mentira, ¿a quién engaño?,
llevaba meses maquinando este momento. Haciendo un recuento de mi vida amorosa:
había sido amante, esposa, viuda.Duré mucho tiempo soltera con algunas relaciones
casuales, nada que tuviera alguna sensación de permanencia; pero, acaso, ¿algo
en este mundo realmente lo es?
Entonces llegó
Gauthier, por primera vez tanto en mi
existencia humana como inmortal me había enamorado; y para colmo, de
alguien de mi misma condición pero de una naturaleza tan cambiante que podía
ser duro y frío; por otro lado, muy tempestivo, una vez terminada la sofocante
pasión inicial, tuve que comprender que tenía que seguir mi camino sin él o
acabaría emocionalmente devastada.
Más sin embargo, esa
relación me trajo lo que ahora tengo, esa anterior tormenta me trasladó a un
remanso de paz, conocí a Miranda MacDowell, a pesar de representar esa calma,
tuvimos nuestras propias tempestades, separaciones que dolieron, indecisiones,
la mayoría fueron por mi causa pero siempre estuvo y ha estado ahí, fue cuando
por fin supe como iniciar, la miré a los ojos:
- Ya
que estamos en tu país, quiero recordar una leyenda-.
- ¿Cuál?,
alguna que no conozco, no lo creo-.
- Es
una historia que tiene varias versiones, cualquiera sería la adecuada en este
instante-.
- Sorpréndeme-.
- Hace
300 años un irlandés llamado Richard Joyce de la bahía de Galway emigró a las
Indias Orientales con el propósito de hacerse de una buena cantidad de dinero
para casarse con su prometida pero el barco fue capturado y él, vendido como
esclavo a un orfebre musulmán en Argelia, cuando el rey Guillermo III ascendió
al trono ordenó la pronta liberación de prisioneros británicos, quedando Joyce
en libertad, el orfebre le ofreció la mitad de su fortuna y la mano de su hija
ya que le había tomado aprecio pero él decidió volver a su hogar para casarse
con su prometida, quién tras 14 años seguía esperándolo y así diseñó un anillo
como símbolo de su amor-.
- El
anillo de Claddagh-.
- Asi
es, hay otra: Margareth Joyce, quien pertenecio al clan Joyce Galway, con la
herencia que le dejara su primer esposo, financió la construcción de puentes en
dicha localidad, en recompensa a su caridad, un águila dejó caer sobre su
regazo dicha sortija-.
- Hermosas
leyendas, pero ¿A dónde nos llevan?-.
- La
que sigue seguramente la conoces mejor que yo, tiene que ver con la cultura de
la que eres originaria; Dagda, dios del Sol se enamoró de Anu, la diosa del
firmamento y madre de los celtas. De su amor nace Beathauile (la humanidad) de
ese amor se crea el anillo de Claddagh, la simbología de la mano derecha es de
Dagda, la izquierda de Anu y el corazón la vida que nació de la unión-.
- Ésta
y la primera son mis favoritas pero sigo sin entender-.
- Quería
que fuera lo más simbolico posible y no hallé algo más adecuado para decirte:
con mis manos te doy mi corazón, y lo corono con mi amor, ¿te quieres casar
conmigo?-.
Acto seguido saqué la
cajita de terciopelo negro, ahí estaba el anillo en todo su esplendor: la
corona rodeada de pequeños diamantes sobre las manos unidas sosteniendo un
corazón de esmeralda diseñado en oro blanco. Los ojos de Miranda a pesar de ser
intensamente oscuros parecían iluminados.
- Sí
que me has sorprendido pero yo no tengo nada que darte-.
- Ya
lo has hecho-.
- Acepto,
en lo que hayas decido hacer con respecto a Gauthier te ayudaré, también se lo
debo-.
- No
hablemos de ese tema ahora-.
Le coloqué la sortija
en el dedo anular de la mano izquierda con el corazón apuntado al exterior en
señal de compromiso y permanecimos ahí contemplando el atardecer, fue cuando le
pregunté:
- ¿Empezarías
por vivir conmigo?-.
- Prácticamente
soy una nómada virtual, no es problema, me gusta México para residir de forma
más permanente-.
- Y
si lo deseas, te podría conseguir una cátedra-.
- Hace
tiempo que no doy clases, sería interesante-.
- Te
gustaría que nos casáramos primero, ¿en México o Nueva York?-
- Ya
lo decidiremos-.
Había muchos cambios
por venir que conllevarían diversos trámites; pero tenemos tiempo de sobra.