Liizy llegó un sábado en la noche de hace casi 3 años muy bien escondida en la mochila de mi hermana, mi mamá estuvo a punto de correrlas a las dos, pero los ojitos inocentes y su tamaño la derritieron casi de inmediato.
Ahora parece una pantera, en verdad tiene algunos comportamientos y porte felino. Detesta bañarse y su perdición son los tacos de suadero. Es una chiquilla berrinchuda, dominante pero muy buena guardiana que estuvo a punto de morir de tristeza con la muerte de Zeus.
Zeus, el primer rescatado, fue atraído por Liizy cuando la llevábamos en su paseo matutino, toda la familia se enamoró de él, se acopló bien con Liizy. Desgraciadamente había nacido con la cepa del moquillo, en dos meses la enfermedad lo consumió y murió. Su serie favorita era Revenge. Espero que nos estés esperando al otro lado del arcoiris.
Ringo, llegó en calidad de custodia compartida hace un poco más de un año, era de la suegra de mi hermana, al final nos lo quedamos ya que no tenían mucho tiempo para cuidarlo, es un hermoso y tierno pelirrojo ojos de árabe que cumple su papel de macho guardián. Su lado malo: es destructor, con esa carita de "yo no fui", todo se le perdona.
La Wera, segunda rescatada, estaba embarazada y vagando en la calle, le dábamos de comer tres veces al día. Nunca encontramos a los cachorros. Un día mi hermana la encontró con una herida en la cabeza que estaba por cerrarle el ojo, a partir de ahí se quedó en la casa, se curó, la llevamos a esterilizar y hemos tratado de conseguirle un buen hogar pero nadie hasta el momento nos da buena espina y los que sí, ya no regresan por ella. Es hermosa, muy expresiva, chantajista (hay que pasearla diario porque si no se deprime), le encantan los tamales verdes (su abuela la consiente mucho), no le gustan las burbujas y cuida mucho sus cosas.
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